¡IMPRESIONANTE!. Es la palabra
exacta para definir lo que has conseguido, hecho y trabajado en Eulen Seguridad
Las Palmas. ¡JAMÁS! nadie tuvo el coraje para ejecutar semejante hazaña en esta
delegación. ¡YA ERA HORA!
Llegaste hace un año de Madrid
con un proyecto muy ambicioso para esta delegación, y te haces con un puesto de
responsabilidad, logrando, el respeto y la admiración de un grupo tan
heterogéneo como somos el colectivo de vigilantes de seguridad.
Todos esperábamos (también hablo
por muchísimos vigilantes) que la situación que siempre se vive en esta
delegación, de permanente estado de caos organizativo, cambiaría. Bastó unos
pocos meses para comprobar que el compromiso y la dedicación, era el día a día
en tu trabajo.
Recordando el carrusel de elencos
entre inspectores, supervisores, técnicos y jefes de producto que han pasado, o
de alguno que se queda en la oficina de Eulen Seguridad, tú has sido la única
con el suficiente sentido común para poner los puntos sobre las “ies”.
Tu labor habla por sí misma. La
eficacia para planificar anualmente el
tiempo laboral de los vigilantes en todos los servicios con la suficiente
antelación (aunque todo es mejorable). La paciencia y el talante para aguantar
a este pelma como representante de los trabajadores. La actitud dialogante ante
situaciones conflictivas, con el único afán de adjuntar soluciones. La seriedad
al tener un sentido escrupuloso en el acatamiento de las sentencias ganadas por
los vigilantes. El afán de superación al empezar con una plantilla de poco más
de 50 hombres y mujeres, y que en menos de un año pasa a tener más de 150. La
perseverancia al contar con unos medios técnicos y humanos paupérrimos, para
convertir a Eulen Seguridad en uno de los productos buque insignia del Grupo
Eulen Las Palmas. Etc., etc., etc.
Ahora que te vas, los vigilantes
de esta delegación volveremos a ver girar el interminable carrusel de elencos al
que estamos acostumbrados, con la esperanza de que nos vuelva a tocar la
lotería.
Quiero que sepas, que has dejado
huella, y que aunque te marches con cierto resquemor, no has dejado mala
semblanza en ningún compañero “inteligente”.
Se te podría haber regalado un
ramo de flores, una placa o un recuerdo de Gran Canaria, pero creemos que el
mejor regalo que te podemos hacer son estas palabras, porque no se marchitarán,
ni se oxidarán, ni se tirarán.
Suerte y ¡GRACIAS JEFA!
JJ